Del
23 al 24 de Junio…. NOCHE DE SAN JUAN
Cada año cuando llega
el 24 de Junio aparece en muchos medios de comunicación el debate
sobre la celebración de este día.
Para el
mundo cristiano, es la celebración del nacimiento de San Juan
Bautista, el Precursor de Jesús, el que predicaba y bautizaba en el
río Jordán, el que bautizó al propio Jesús. Era hijo de Zacarías
y de Isabel, prima de la Virgen, y como dato curioso seis meses mayor
que Jesucristo. (La fiesta se celebra seis mes justos antes de
Nochebuena, 24 de diciembre). Este día se celebra con gran
solemnidad en muchos países de América Latina, de Europa, y como
es natural en España. En Extremadura, son famosas las fiestas de San
Juan en Coria, en Olivenza y en Badajoz…
Para los
que obvian estos datos religiosos, encontramos dos teorías: los que
consideran que es una celebración de origen celta en honor al Sol y
los que festejan la efemérides
astronómica de la llegada del solsticio de verano. (La noche más corta y el día más largo del año).
astronómica de la llegada del solsticio de verano. (La noche más corta y el día más largo del año).
Creencias
aparte, todas las celebraciones comparten costumbres y tradiciones en
esa noche, siendo casi siempre el fuego el factor común de ellas.
El fuego es el elemento purificador. Pero también el agua, las
plantas, la oscuridad. Es una noche mágica, especial; rodeada de
misterio y de tradiciones que hacen de esta noche algo único.
Por
ejemplo, en muchas ciudades francesas esa noche se acostumbre a dar
nueve vueltas alrededor de una hoguera si quieres casarte al año
siguiente.
Si
tienes pareja y quieres saber si te podrás casar con ella, coloca
dos agujas dentro de una taza con agua. Si al final de la noche las
agujas se han juntado, la respuesta es sí.
La
tradición dice que los solteros/as que asomen la cabeza por la
ventana de su casa a las doce de la noche, verán al amor de su vida.
Las
ramas que quedan sin quemarse en las muchas fogatas que se hacen esta
noche en calles, plaza, playas… son llevadas a las casas, pues una
antigua creencia asegura que impiden los incendios.
Y para
que haya tradiciones para todos los gustos, transcribo otra
procedente de los antiguos pastores sorianos de la trashumancia,
precursores en terapias de las enfermedades del ganado, citada por
Juan Estepa García, en su obra “La Mesta en la historia de
Extremadura”:
“En
muchos puntos de Extremadura la fuerza terapéutica emana de la
mágica noche de San Juan, con la impregnación de los apriscos del
ganado con agua recogida de las fuentes a las doce hora de esa misma
noche para que desapareciera todo el mal de ovejas durante el año”
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Planta del poleo (foto Luis Agenjo) |
En
Garbayuela no es fiesta No tenemos ningún rito relacionado con el
fuego. Pero sí con el agua, con las plantas y con la magia. Y
aunque para muchos, tanto el día como la noche pasarán
desapercibidos, hubo una época y posiblemente alguien lo siga
haciendo, en que las chicas jóvenes y menos jóvenes, salían al
campo la víspera de San Juan a recoger poleo (planta aromática y
medicinal). El manojo recogido se dejaba en remojo durante la noche
del 23 al 24. Y al día siguiente, por la mañana, se colaban las
hierbas y con el agua resultante se lavaban la cara. Se decía que
esto era beneficioso para la salud por sus propiedades curativas.
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Cardo borriquero (Foto Luis Agenjo) |
Ese mismo
día las chicas solteras y sin compromiso, recogían las flores de
los cardos, de los comúnmente llamados borriqueros. (Son parecidos a
las alcachofas y tienen unas flores entre color rojo y morado. Ahora
están en todo su esplendor). Estas flores. junto con el cardo, las
quemaban en una lata, por ejemplo, y las metían debajo de su cama.
Añadían un papel en el que habían escrito el nombre del chico que
le gustaba. Si a la mañana siguiente el cardo estaba florecido, ahí
estaba la magia. Podían haber encontrado el amor.
Ya lo
hemos dicho, es la noche de San Juan y todo puede pasar. Por eso,
como dicen estos versos de un poeta español que firma con el
seudónimo “El poeta de fuego”, vamos a celebrarla como quiera y
pueda cada uno.
Noche de pedir deseos
De danzar y divertirse,
De cantar, de convertirse
En amante San Juanero
Fiesta del Mundo entero
Llena de entusiasmo y liras
De bebidas y comidas
Y de amores verdadero.
Garbayuela, junio de 2020
Luis A. Agenjo Rivas
Como siempre, Luis, es una satisfacción leer lo que escribes y lo bien que se entiende todo. Esas dos costumbres del pueblo son muy interesantes y pertenecen a los ritos ancestrales de nuestros antepasados y que han existido y desde los albores de la humanidad como tal. Una suerte tenerlos y expresarlos para evitar, que al menos la memoria, se pierda. Gracias y un placer leerlo.
ResponderEliminarA seguir así.
Todas a recoger cardos !
ResponderEliminarCierto que era así y tengo que decir que he seguido las dos tradiciones, lavarme con agua de poleo y quemar el cardo, era la noche de San Juan, era una noche mágica.
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