martes, 30 de marzo de 2021

26 Aniversario Vías Pecuarias

 

26 Aniversario de la Ley de Vías Pecuarias

En el BOE de 23 de marzo aparece la Ley 3/1995, de Vías Pecuarias.

El comienzo de su introducción es el siguiente:

La presente Ley establece el régimen jurídico de las vías pecuarias. De este modo, el Estado ejerce la competencia exclusiva que le atribuye el artículo 149.1.23.ª de la Constitución para dictar la legislación básica sobre esta materia.

Es indudable la importancia económica y social que durante siglos revistió la trashumancia, de cuya trascendencia es prueba elocuente el apoyo prestado por los monarcas a esta actividad desde la Baja Edad Media, creando, amparando o fortaleciendo a las nacientes agrupaciones pastoriles (juntas, ligallos, mestas), que con el tiempo se erigieron en poderosos gremios -su ejemplo más significativo es el Honrado Concejo de la Mesta-, a cuyo amparo los ganados aprovechaban pastizales complementarios merced a sus desplazamientos periódicos por cañadas reales y otras vías pecuarias, todo lo cual hizo posible en la Edad Moderna el desarrollo de un potente mercado lanero de resonancias internacionales.

Sin embargo, desde comienzos de la Edad Contemporánea se advierte un declive rápido de la trashumancia -que se agudiza con la abolición de la Mesta (1836) y con la desamortización comunal (1855)-, y, consiguientemente, un menor uso de las vías pecuarias, cuya infraestructura soporta un intrusismo creciente. De ahí el paulatino abandono de la red viaria por las cabañas de largo recorrido y el correlativo empleo del transporte por ferrocarril y por carretera. Ello no obsta para que, si bien cada vez más relegada, subsista en nuestros días la trashumancia a pie, en coexistencia con otros desplazamientos viarios más cortos, ya entre provincias o comarcas colindantes (trasterminancia), ya entre pastos y rastrojeras de un mismo término municipal.

Así pues, la red de vías pecuarias sigue prestando un servicio a la cabaña ganadera nacional que se explota en régimen extensivo, con favorables repercusiones para el aprovechamiento de recursos pastables infrautilizados; para la preservación de razas autóctonas; también han de ser consideradas las vías pecuarias como auténticos «corredores ecológicos», esenciales para la migración, la distribución geográfica y el intercambio genético de las especies silvestres.

Finalmente, y atendiendo a una demanda social creciente, las vías pecuarias pueden constituir un instrumento favorecedor del contacto del hombre con la naturaleza y de la ordenación del entorno medioambiental.

Señal indicativa de Cañada Real (Garbayuela)


Acompañan dos fotos de señalización de la Cañada Real Segoviana a su paso por el término municipal de Garbayuela, comarca Siberia extremeña, provincia de Badajoz, Comunidad autónoma de Extremadura.

Señal de Vía Pecuaria (Garbayuela)


Acompañan dos fotos de señalización de Jhon Rodri de la Cañada Real Segoviana a su paso por el término municipal de Garbayuela, comarca Siberia extremeña, provincia de Badajoz, Comunidad autónoma de Extremadura.

Andrés rodriguez González

viernes, 26 de marzo de 2021

Azafrán falso

 

PLANTAS DE GARBAYUELA


Azafran falso, Azafrán portugués montesino, cebollina, romulea. Romulea bulbocodium

El nombre del género Romulea proviene de Rómulo, por la presencia de estas plantas en los alrededores de la ciudad de Roma, bulbocodium significa bulbo lanoso, por el aspecto del pequeño bulbo de la planta.

Se trata de una planta perenne, pierde la parte aérea en verano, y sobrevive en forma de bulbo hasta el año siguiente. Esta vistosa planta bulbosa florece a partir del final del invierno, se localiza habitualmente en pastos frescos y claros de encinar. Es una de las primeras flores en aparecer cuando la primavera empieza a despuntar, por el mes de marzo, anunciando la inminente explosión de flores que se avecina. Su temprana floración le permite partir con ventaja y ser polinizada antes de que la primavera traiga más competencia.

Azafrán falso


El azafrán falso es una planta perenne, desprovista de pelos y con bulbo subterráneo algo aplanado y con pelos. El tallo es muy corto, tiene dos hojas basales y hasta cinco caulinares que sobrepasan largamente al tallo, las caulinares son más cortas que las basales y adoptan una posición de erecta y ascendentes a curvadas. Las flores pueden aparecer en número de 1 a 6 por planta, tienen 6 tépalos violáceos o pardo violáceas, con la garganta amarillenta, los estigmas sobrepasan a los estambres. Los frutos en cápsulas oblongas con tres cavidades en la que se hallan las semillas que son globosas, lisas y pardas.

Prefiere los suelos ácidos, es más frecuente en la mitad occidental de la Península, a lo que se debe uno de sus nombres vulgares, el de azafrán portugués montesino.

Puede llegar aparecer con floraciones muy abundantes y espectaculares en algunas zonas de pastos entre encinares más bien húmedos frecuentados por ganado.

Parece ser que este bulbo fue consumido en la antigüedad por los pastores.

Andrés Rodriguez González


Bibliografía

https://delmanzanaresalguadarrama.files.wordpress.com/

http://acorral.es/malpiweb/florayfauna


Chumbera

 

LA CHUMBERA Y LAS COCHINILLAS. Opuntia ficus-indica y Dactylopius opuntiae.

La planta de la chumbera fue introducida en la Península hace unos 500 años y hoy día es una planta habitual en nuestra tierra, de ella se obtienen los apreciados “higos chumbos” y también es usada para delimitar fincas, o de protección de diversas especies de mamíferos, aves y pequeños roedores que se protegen bajo sus palas.

La chumbera, de nombre científico Opuntia ficus-indica, es la más difundida, una planta altamente resistente a la falta de agua, que previene la desertización y sirve como hábitat. Una de sus características más curiosas es que su tallo son sus mismas hojas (también llamadas Tunas). Otra es su flor que es muy hermosa.

Existe una cochinilla llamada Dactylopius coccus, que es un insecto hemíptero, popularmente chinches, perteneciente a la familia Dactylopidae. Se le conoce también con el nombre cochinilla del carmín, grana cochinilla, cochinilla grana y la rueda de la muerte. Se usaban antes como tinte de tejidos, actualmente se usan para color de cosméticos como lápices de labios.

Pero hay  otra especie de cochinilla, del mismo género pero de distinta especie, la Dactylopius opuntiae, que es plaga de la opuntia y llega a matar a la planta. Es un problema grave que comenzó hace unos años en el sureste de la península y no existen formas conocidas de control, ni siquiera con plaguicidas químicos.

Chumbera enferma


Estos insectos, son totalmente inofensivos para el ser humano, pero si molestos, se alimentan de la sabia de la planta a la que poco a poco va debilitando y, tras la muerte de ésta, se va desplazando a otras cercanas. Así, poco a poco va diezmando las chumberas. Los primeros síntomas son pequeñas manchas blancas y algodonosas sobre las palas o “pencas”. Esas manchas se extienden porque la cochinilla va succionando la savia hasta desecar y matar la planta

Chumbera recuperada


La acción combinada de estos dos tipos de cochinillas, junto con el abandono de las labores agrícolas tradicionales y la eliminación de las chumberas como setos vivos, delimitadores de caminos y fincas, están llevando a la desaparición masiva de estas plantas de los tradicionales paisajes del interior y zonas  costeras.

Según noticias publicadas en diversos medios, esta plaga se localizó por primera vez en la península en Murcia, en el año 2007; desde esa fecha y desde ese lugar su expansión ha sido imparable y ha destrozado gran parte de las chumberas de la península.

Tan sólo lavados intensos de las palas a base de jabones naturales (tipo lagarto) y friegas con estropajo parece tener cierto éxito contra las cochinillas.

Al cabo de los años en algunos lugares se han regenerado de forma natural las chumberas pero no en todos los sitios que existían antes, en todo caso las pérdidas de extensión y en producción han sido considerables.

Andrés Rodriguez González


 Bibliografía

https://jardinessinfronteras.com/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Además de su uso ornamental, ha sido muy empleada tradicionalmente en Andalucía para la formación de setos con el objetivo de delimitar fincas o terrenos. Como uso secundario  le ha dado también el de planta forrajera para el ganado y frutos “higos chumbos” para consumo humano.

Qué impactos ambientales provoca la especie?

Invade ecosistemas costeros de interés (sistemas dunares, enebrales, sabinares) además de bosques y matorrales costeros.

Compite con especies de flora autóctona: lentiscos, palmitos, retamas, enebros y sabinas.

¿Qué experiencias de gestión hay en Andalucía?

La Consejería de Medio Ambiente realiza labores de control y eliminación de poblaciones localizadas de chumbera y su posterior sustitución por especies autóctonas

Entre 2007 y 2008 se han realizado tareas de erradicación en las localidades de Punta Umbría y Mazagón-Torre del Loro, todas de la provincia de Huelva, usando para ello un método físico de arranque mecánico que se establece como el más indicado.

Se recomienda la tala y arranque (manual o con maquinaria) de los ejemplares, recogiendo también todos los frutos y fragmentos que puedan desprenderse durante la eliminación. El arranque manual entraña cierto riesgo para los operarios que deben realizarlo bien protegidos debido a las espinas que presenta las chumberas.

No olvidemos por otro lado que la chumbera está clasificada como especie exótica invasiva en España, a pesar de su introducción centenaria en el paisaje, se la considera una planta maldita.

Si la misma operación la tiene que realizar con la  Acacia saligna (Labill.)= Acacia cyanophylla también invasoras plantadas por la Administración al borde de autovías ,sendas y paseos, hay trabajo para mucho tiempo.

Chumberas en Cabo de Gata.-AlmeriaChumberas en el paisaje.-Cabo de Gata .-Almería

Esta especie se hizo muy popular y llegó a formar parte del paisaje andaluz, sobre todo en los lugares semiáridos y soleados, al ser una planta resistente a la sequía que consigue vivir en condiciones difíciles.

Almería, Granada, Cádiz, Huelva, Córdoba, Jaén  Málaga  y Sevilla tienen los mismos problemas con la aparición de la plaga.

En la actualidad, y desde hace unos años, las poblaciones de chumberas del sureste español están siendo gravemente afectada por la cochinilla, hasta el extremo de estar en peligro en algunas comarcas.

Su importancia en el sur de la Península Ibérica viene dada principalmente por el valor de sus frutos y no por la cría de cochinilla. Actualmente no existe un tratamiento eficaz de base científica y las recomendaciones pasan por destruir las partes afectadas de la planta.

Tratamientos fitosanitarios: por un lado tenemos unos pocos compuestos disponibles para el tratamiento de la cochinilla, que no son muy efectivos por la dificultad de penetrar en la masa algodonosa cérea que forma este insecto. Y por otro lado, existen productos que no están registrados para su uso en la chumbera, que habría que aplicar en repetidas ocasiones en un corto periodo de tiempo y cuyos periodos de seguridad son altos y pueden suponer un riesgo tanto para las personas como para el resto del ecosistema.

Control biológico: se ha documentado en algunos artículos científicos la eficacia como OCBs del díptero “Leucopis spp.” y de coccinélidos como “Cryptolaemus spp.” o “Hyperaspid spp.”, pero las tasas de reproducción de la cochinilla son tan altas, que no resultan efectivos dado el alto nivel poblacional que tienen nuestras chumberas y la sincronización de los ciclos “enemigo natural – plaga”, es inviable

Chumbera Opuntia ficus indica.-Frutos

Por supuesto, desde que su llegada a la península hasta hoy se habrá establecido con toda seguridad otro tipo de enemigos naturales en torno a esta plaga como pueden ser crisopas, coleópteros e incluso aves, pero el equilibrio está muy descompensado.

La única medida que han dado los Ayuntamientos y otras entidades públicas ha sido la limpieza de las palas cuando no están muy afectadas, la poda y separación de las chumberas y enterrar los restos vegetales para que no sean nuevos focos de infección.

Las pitas o agaves también están desapareciendo de nuestro paisaje debido a una potente plaga sin control.

Este grabado demuestra el uso de la chumbera para el cultivo de la cochinilla del carmín

Presentes en los grabados, pinturas y narraciones de los artistas, escritores y viajeros románticos que desde el siglo XVIII visitaron nuestros montes y costas, estas poderosas plantas languidecen secas al borde de nuestros caminos y acantilados costeros. El culpable de su ruina es otro insecto, el llamado picudo del agave Scyphophorus acupunctatus,el picudo negro, que se ha convertido en plaga y que está afectando a las plantaciones de yucca, así como a las diversas especies de agaves silvestres, cultivadas y ornamentales. Este picudo o gorgojo negro actúa como el llamado picudo rojo de las palmeras (Rhynchophorus ferrugineus), que también es plaga y ha terminado con casi toda la población de palmeras en Andalucía.

Está claro  como antes se ha indicado que las  chumberas y  las pitas no son plantas autóctonas, pero no por ello deberíamos abandonarlas a su suerte.

Forman parte de nuestro paisaje e historia, se han usado como alimento, tinte o colorante y en producción textil, así como para delimitar terrenos.

Al ser plantadas en terrenos secos, escarpados y pedregosos actúan como agentes contra la erosión de estos, sirviendo como alimento del ganado y de los humanos ( higos chumbos ). Las formaciones de tunas y pitas son refugio para muchas especies de insectos, especialmente de arañas. Son todo un universo vegetal que debe ser tenido en cuenta y protegido.

Las Administraciones poco o nada están haciendo para evitar la expansión de estas plagas excusándose con lo de “ plantas invasoras “.

Para más información leer el artículo aparecido en EL PAIS de 28 de enero de 2017 .- Chumbera: la invasora amenazada .


miércoles, 3 de marzo de 2021

Hierba de las quemaduras

 

PLANTAS DE GARBAYUELA

HIERBA DE LAS QUEMADURAS, Chuponera. Scrophularia scorodonia L.


Es una especie que pertenece a la familia de las Escrofulariáceas.

Esta planta está extendida por el oeste y Sur de Europa, desde el sur de Gran Bretaña, oeste de Francia, España y Portugal, Madeira, Azores y el noroeste de Marruecos. En la Península Ibérica la encontramos principalmente en la mitad oeste, siendo menos abundante en el resto.

Es una planta herbácea perenne, con raíz en forma de rizoma, con más o menos pelos y con glándulas en la inflorescencia. Sus tallos son largos, con una longitud entre veinticinco hasta casi dos metros, más bien erectos o en ascenso, es muy característico que son de sección cuadrangular, poco ramificados, a veces muy densamente peludos aunque otras veces (pero raramente) casi no presentan pubescencia.

Hierba de las quemaduras


 Tienen hojas opuestas, a veces las superiores alternas, de color verde oscuro o grisáceo, con unos nervios muy marcados, frecuentemente con brotes de hojas en sus axilas. Sus hojas inferiores tienen limbo lanceolado o triangular lanceolado, a veces agudo, rugoso, con pecíolo largo de hasta 5 cm. También tiene unas hojas superiores parecidas a las inferiores, pero con un peciolo y limbo más pequeño, en todas las hojas el haz se presenta sin pelos o poco pubescente y envés con pelos rígidos, sobre todo en los nervios.

Las flores se disponen en inflorescencias con un nectario grande y carnoso.

Florece de marzo a julio. El fruto es en forma de cápsula bilocular, ovoide de 5-10 mm, más larga que el cáliz, verdosa o parda, con las valvas coriáceas y a veces bastante endurecidas en la madurez. En su interior, numerosas semillas en forma de elipse de color pardo a negruzco de pequeño tamaño.

Suele vivir en cunetas, bordes de caminos y también en sotobosques de árboles de hoja caduca, prados u orillas de ríos. Prefiere suelos básicos, más o menos húmedos y algo nitrogenados. Entre el nivel del mar y 1800 m de altitud.


Se ha empleado para quemaduras superficiales (de ahí el nombre) para tratar ganglios hinchados, úlceras, heridas supurantes y afecciones inflamatorias de la piel. Actualmente se sigue usando en medicina tradicional contra las hemorroides, sobre todo en el mundo rural gallego. Se hace un té para tomarlo en infusión para tratamiento del acné.


Andrés Rodriguez González


Bibliografía

https://floradegalicia.wordpress.com/

https://fichas.infojardin.com/

https://www.elcorreogallego.es/