miércoles, 21 de abril de 2021

Ombligo de Venus

 

PLANTAS DE GARBAYUELA

OMBLIGO DE VENUS. Umbilicus rupestris


Planta de la familia de las Crasuláceas, también llamadas Suculentas. Le gusta la sombra, la humedad, las zonas umbrías, por tanto en las piedras tiende a crecer en zonas orientadas al norte. Su distribución es Mediterránea y Atlántica. Crece siempre en zonas rocosa de umbría, incluyendo muros y techos de tejas viejas de casas, desde el nivel del mar hasta los 2000 m de altitud.

El nombre del género “Umbilicus” procede del latín y significa ombligo, a su vez procede de “umbo” que es todo elemento cónico y saliente en su superficie. Por su parte, el nombre de la especie “rupestris” procede también del latín igual a rupestre, que viene a indicar "que vive sobre las rocas".

El ombligo de venus es una planta perenne herbácea, lampiña (es decir sin pelos), que alcanza los 15 cm de altura. Está provista de una cepa de la que surge un tallo erecto y simple.

Ombligo de Venus


Las hojas tienen un contorno redondeado y el pecíolo sale del centro del limbo, al menos en las hojas de la base, dando lugar a esa especie de hoyuelo que recuerda a un ombligo. Tanto las hojas como el tallo son carnosas, como pasa con todas las crasuláceas; las hojas del tallo están dentadas.

La inflorescencia está cubierta de flores en casi toda su longitud y las flores están en posición pendular, es decir caídas hacia abajo. Poseen un cáliz muy pequeño, la corola tiene forma de tubo, angulosa, de color verdoso pero a menudo con algunas líneas purpúreas, dividida en 5 lóbulos en forma de corazón. Los estambres son 10 muy cortitos, pegados por dentro a dicho tubo. Florece en  primavera-verano. El fruto posee varias semillas pardas en su interior.

Tradicionalmente el jugo de las hojas era utilizado para mejorar los trastornos renales por sus propiedades diuréticas, el zumo obtenido a partir de hojas y tallos machacados es diurético, provoca la formación de la orina y por lo tanto combate la retención de líquidos o hidropesía. Es comestible, las hojas se pueden usar para tratar pequeñas heridas ó llagas, así como hemorroides y sabañones. No hay más que quitarle la piel y aplicar directamente a modo de tirita. Hipócrates recomendaba a los varones comer las hojas del ombligo de Venus para procrear, lógicamente esto no tiene fundamento alguno, está inspirado en la creencia de que cuando una planta se parece a algo humano, sirve para eso a lo que se parece.

Usada en pomada o ungüento tiene efectos vulnerarios en cortes, eczemas, forúnculos, granos, hemorroides, heridas, llagas, quemaduras, sabañones y verrugas.

Se ha utilizado la hoja fresca en forma de cataplasma, el aceite o el jugo en forma de Infusión o pomada en casos de hemorroides, heridas, llagas, quemaduros o sabañones.

Andrés Rodriguez González


Bibliografía

https://bioeduca.malaga.eu/

http://acorral.es/

viernes, 9 de abril de 2021

Gallipato

 

FAUNA DE GARBAYUELA

GALLIPATO Pleurodeles waltd

Los animales vertebrados incluyen cinco grandes grupos: Mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios. Estos a su vez, se subdividen en dos, los Anuros que carecen de cola y los Urodelos que si la poseen.

El gallipato es un anfibio urodelo, de la misma familia de las salamandras. Su actividad es sobre todo nocturna, está activo desde febrero a octubre en la meseta castellano-leonesa. Activo todo el año en las regiones meridionales. Solamente se relacionan entre sí durante el período.

De tamaño grande, puede alcanzar una longitud total de 30 cm. De los que casi la mitad son cola. Su color es verde parduzco. Tiene una cabeza aplastada, muy ancha en su parte posterior, su cuerpo está cubierto con verrugas de punta negra, en los costados tiene una hilera de manchas amarillentas o anaranjadas, no tiene cresta en el cuerpo y su cola es comprimida lateralmente. 

Gallipato


 Es una especie que está amenazada por la pérdida de hábitats acuáticos por drenaje, contaminación por fertilizantes, impacto del ganado, eutrofización, atropellos, especies introducidas que son depredadoras, contaminación urbana e industrial y desarrollo de infraestructuras.

Se distribuye por la meseta castellano-leonesa, centro y sur peninsular excepto el extremo sudeste. También se encuentra en el sur de Cataluña, comunidad valenciana y Murcia. Especie propia de altitudes bajas, vive desde el nivel del mar hasta los 1.000 m de altitud, haciéndose rara por encima de esta altitud y alcanzando en algunos puntos los 1.480 m.

Se encuentra en áreas de bosque mediterráneo y sus etapas de sustitución, cultivos y zonas húmedas. Tiene dos fases, una terrestre y otra acuática de duración variable. Durante la fase terrestre pasa el verano enterrado o bajo piedras. Durante su fase acuática se encuentra en todo tipo de masas naturales y artificiales de agua de relativamente gran tamaño y profundidad y escasa corriente. En algunas poblaciones está todo el año en el agua. 

Se alimenta en el agua de una gran variedad de invertebrados, sobre todo larvas de insectos, crustáceos y moluscos. Ocasionalmente captura larvas de anfibios y peces. Las larvas de gallipato se alimentan sobre todo de crustáceos y larvas de insectos.  

Realizan la reproducción en el agua, durante la primavera en el noroeste ibérico, otoñal e invernal en el sur. Los machos en celo tienen la cara interna de los brazos unas grandes y oscuras rugosidades en las patas delanteras denominadas callos nupciales. Su cometido es poder aferrarse con fuerza a la hembra durante el apareamiento. Las hembras hacen una puesta anual de 328-1.303 huevos. El desarrollo larvario dura unos tres meses. Se han encontrado individuos que tienen branquias y talla y caracteres sexuales de adultos.

Cuenta para defenderse con un mecanismo único en anfibios, que consiste en hacer salir por los costados las costillas cuyas puntas se impregnan de secreciones tóxicas de la piel, lo que puede hacer desistir a un depredador de ingerirlo.

Muchos de mis recuerdos de la niñez está asociados a la búsqueda de anfibios en el Arroyo de la Dehesa, por la zona actualmente vecina a la piscina municipal, puente sobre la carretera y calleja que sigue el curso del arroyo hacía el camino de Siruela. Allí aparecían con abundancia renacuajos, ranas, tritones y gallipatos. Estas dos últimas especies eran para nosotros nombradas como “Escuerzos”, y junto a los sapos, tenían fama entre los niños de poder escupir y trasmitir múltiples desgracias, la menor de las cuales era quedarse calvo a consecuencia del salivajo. Nunca nadie vimos a ninguno de estos animales escupir a nada ni a nadie, pero en ningún momento cuestionábamos esa creencia.

La magnífica foto es de Gonzalo Astete que la ha cedido para esta ocasión.

Andrés Rodriguez González


Bibliografia

http://www.vertebradosibericos.org/

https://elpais.com/

jueves, 1 de abril de 2021

Escolopendra o Ciempiés

 

FAUNA DE GARBAYUELA

Escolopendra o Ciempies. Scolopendra cingulata

Existen en la Península Ibérica tres especies de Escolopendras o ciempiés, como se les conoce popularmente. No hay que confundir con su pariente el milpies, un animal que no puede inocular veneno y que como toda defensa se enrrosca sobre si mismo o producirán unos líquidos de pésimo olor y sabor. Sin embargo los Ciempies pueden atacar e inocular veneno por tener unos órganos parecidos a los quelíceros de las arañas, además es muy agresivo. Otra diferencia importante entre los milpiés y los ciempies es que los primeros sí pueden criarse en grupos, siempre que pertenezcan a la misma especie. Otros especímenes se defienden por estar cubiertos de pequeños pelos que sueltan rápidamente, enredándose en las extremidades o boca de los depredadores que intenten comerlos.

A primera vista puede parecer una serpiente, pero no tiene nada que ver con ellas,  el ciempiés no es un reptil, sino un tipo de miriápodo. Uno de los grupos en los que se dividen los Artrópodos, junto a Insectos, Crustáceos y Arácnidos. Los artrópodos son invertebrados que se caracterizan por tener el cuerpo cubierto por una cutícula más o menos dura según los diferentes grupos, se dice que son animales con esqueleto externo.

En la región mediterránea los ciempiés o escolopendras producen mordeduras dolorosas, en los trópicos las especies gigantes de estos artrópodos resultan bastante peligrosas para los humanos y dan lugar a numerosas hospitalizaciones.

Escolopendra o Ciempiés


En Hawái, el once por ciento de las admisiones en el servicio de urgencias se deben a picaduras de escolopendras. Los principales síntomas que produce la inoculación de su veneno son necrosis local, hipertensión aguda e insuficiencia cardíaca. Recientemente se ha descubierto el mecanismo de acción de la sustancia tóxica responsable, llamada SsTx (sigla inglesa de «toxina terrible de la escolopendra»).

En la especie estudiada, el ciempiés chino de cabeza roja (Scolopendra subspinipes mutilans), de unos 20 centímetros de longitud, aprovecha sus venenosas picaduras para atacar a presas y depredadores mucho mayores que él. Aunque solo pesa unos gramos, no es raro verlo cazar pequeños roedores diez veces más pesados que él y tomar el control sobre su oponente en unas pocas decenas de segundos.

Al separar y analizar las diferentes sustancias del veneno del animal, los investigadores descubrieron que la toxina peptídica SsTx era la responsable de su virulencia. Los investigadores determinaron que no afecta a una sola parte del organismo: altera el funcionamiento de toda la familia de canales de potasio de tipo en las células. Estos canales están involucrados no solo en el sistema nervioso central, sino también en los músculos esqueléticos y en el sistema cardiovascular. Su bloqueo por parte de la toxina del ciempiés provoca espasmos en los vasos sanguíneos que causan la muerte de los tejidos afectados, pero también a alteraciones más generales en el sistema cardiovascular, como la hipertensión aguda y ataques cardíacos. El sistema respiratorio también se ve afectado. Esta capacidad de afectar a varios órganos vitales al mismo tiempo explica en gran parte la efectividad del veneno.

Cuando no se tiene a mano ningún antígeno para el veneno, el tratamiento de las personas que han sufrido picaduras de ciempiés gigantes se centra exclusivamente en los síntomas. Sin embargo, el descubrimiento del modo de acción de la toxina SsTx ha llevado a la identificación de un posible antídoto, es la retigabina, un medicamento para luchar contra la epilepsia, que ejerce un efecto contrario al de la toxina SSTX. Los investigadores han demostrado en ratones y macacos que después de una sola inyección de toxina SsTx, la administración de retigabina suprime sus efectos nocivos y restaura el funcionamiento normal del organismo.

La escolopendra está entre los ocho animales más peligrosos de la fauna española. Hay cinco especies venenosas de serpientes de las trece existentes. Son las víboras áspid (Vipera aspis aspis), de Seoane (Vipera seoanei) y la hocicuda o de nariz chata (Vipera latastei). También dos tipos de culebras, la bastarda (Malpolon monspessulanus) y la culebra de Manto o de cogulla (Macroprotodon brevis).

Entre las Arañas hay que tener especial cuidado con la Viuda negra. En España hay unas 1.700 especies de arañas y la mayoría son inofensivas, pero con Viuda negra habría que tener cierto cuidado. Se la llama viuda negra porque las hembras se comen a sus compañeros tras aparearse. En teoría una dosis alta de su veneno puede causar problemas graves a niños, ancianos o personas muy debilitadas. No suele producir muertes, pero sí fiebre y dolores intensos. Sin embargo, es bastante raro que se produzcan picaduras, aunque no es descartable entre agricultores que recojan cosechas a mano. 

Los escorpiones presentan una peligrosa costumbre, es que por el día tienden a esconderse buscando la sombra, así que a veces si mueves una piedra se sienten atacados y pueden picar. En los peores casos, pueden provocar fiebre, vómitos, diarrea y calambres, así que lo mejor es acudir al médico.

La escolopendra ocuparía el siguiente escalón de animales peligrosos por su picadura dolorosa. Las especies españolas (Scolopendra morsitans, Scolopendra cingulata y Scutigera coleoptrata) son de las menos venenosas del mundo, sobre todo comparadas con sus parientes tropicales, pero eso no nos impedirá llevarnos un buen susto si nos pican y tenemos que soportar un fuerte dolor durante horas.

Siguen las Abejas y avispas, lo mejor es no espantarlas y que sigan su camino de flor en flor. Salvo para las personas alérgicas, una picadura de abeja o de avispa no representa un gran peligro, pero se dan casos excepcionales. La Sociedad Española de Alergia e Inmunología Clínica recomienda no acercarse a panales de abejas ni a nidos de avispas. Si se te posa alguna, es mejor no tratar de matarla ni espantarla. Y tampoco conviene atraerlas, por ejemplo, partiendo fruta al aire libre.

También es peligroso el mosquito tigre por ser transmisor de enfermedades. Se detectó en España por primera vez a comienzos de este siglo y parece que se va a quedar con nosotros. El mosquito tigre (Aedes albopictus) se ha extendido por la costa mediterránea y cada vez abarca más terreno. El problema es que puede transmitir enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla y el Zika. El calor y la humedad hacen que proliferen, así que los expertos aconsejan evitar las acumulaciones de agua.

Por último como animales peligrosos tenemos los osos, los lobos (afectan al ganado doméstico del río Duero hacia el norte) y otro que cada vez son más agresivos y abundantes, los jabalíes.

Foto de Montse Grano de Oro a quien agradezco que me permita usarla.

Andrés Rodriguez González.

Bibliografía

www.laserranianatural.com

https://www.investigacionyciencia.es/

https://www.elespanol.com/