miércoles, 11 de noviembre de 2020

Milpies

 

FAUNA DE GARBAYUELA

MILPIES

     Pese a su nombre, la cantidad de extremidades de este animal no supera las 750, pero es el animal que más patas tiene.

Milpies


    Actualmente se han identificado al menos doce mil especies de milpiés, agrupadas en ciento cuarenta familias distintas. Antecesores suyos ya aparecen en el periodo geológico del Silúrico, hace 443 millones de años, lo que los convierte en uno de los primeros animales terrestres conocidos. Los milpiés prehistóricos pudieron alcanzar los dos metros de longitud y hasta más. Las especies conocidas hoy en día no superan los 38 cm.

    No hay que confundir con el ciempiés, este puede atacar e inocular veneno por tener unos órganos parecidos a los quelíceros de las arañas, además es muy agresivo, los milpiés no pueden morder por carecer de esos órganos, como mucho se enrrollaran sobre sí mismos o produciran unos líquidos de pésimo olor y sabor. Otra diferencia importante entre los milpiés y los cienpies es que los primeros sí pueden criarse en grupos, siempre que pertenezcan a la misma especie. Otros especímenes se defienden por estar cubiertos de pequeños pelos que sueltan rápidamente, enredándose en las extremidades o boca de los depredadores que intenten comerlos.

    Conforme van creciendo, los milpiés agregan un nuevo anillo a su estructura corporal, lo que significa que continúan estirándose hasta pasada su vida larvaria.

    A primera vista puede parecer una serpiente, pero no tiene nada que ver con ellas, el milpiés no es un reptil, sino un tipo de miriápodo. Uno de los grupos en los que se dividen los Artrópodos, junto a Insectos, Crustáceos, y Arácnidos.

    El cuerpo del milpiés está segmentado en dos regiones: la cabeza y el tronco. En la cabeza se encuentran un par de antenas cortas, los ojos y la boca, que en algunas especies ha evolucionado para excavar de manera más eficaz.



    El tronco, por su parte, está constituido por un aproximado de 20 segmentos, de los cuales salen dos pares de patas, a excepción del primero y el último, que no tienen, si bien el segundo, tercer y cuarto segmento sólo poseen un par de patas cada uno.

    La mayoría de las especies de milpiés son detritívoras, es decir, se alimentan de materia orgánica en descomposición, especialmente de hojas. Otros ingieren hongos, toman fluidos vegetales y algunos pocos son depredadores. En el caso particular de estos últimos, se inclinan por pequeños insectos e invertebrados diminutos.

    Estos animales son lentos al andar, prefieren los lugares húmedos y les desagrada la luz. Esto implica que durante el día permanecen ocultos bajo las rocas o entre la corteza de los árboles. Uno de sus sitios predilectos, sin duda, son las cuevas, ya que cumplen sus requerimientos básicos.

    Es posible encontrarlos tanto en zonas templadas como en las tropicales. No obstante, los milpiés también pueden vivir en zonas secas. Incluso, ciertas variedades viven en los desiertos. No suelen aparecer en las viviendas humanas ya que tienden a morir en el ambiente de las casas por falta de humedad. Su tiempo estimado de supervivencia en estos ambientes es de apenas un día.

    Es entre la primavera y el verano cuando se da el proceso reproductivo del milpiés, que es un animal ovíparo. El milpiés construye nidos para poner su huevos, las larvas permanecen en ese estado durante al menos un año.

    En cuanto a la muda se refiere, este mecanismo también le confiere otro segmento a su cuerpo, mientras se desarrolla la muda, los milpiés dejan de ingerir alimentos.

    Aunque ciertamente no representan un grave peligro, una picadura de especies tropicales puede traer muchas consecuencias, especialmente si los ojos están comprometidos, pues pueden producir ceguera

    Si la proliferación de milpiés no es controlada a tiempo, pueden convertirse en plagas de jardín. Son un verdadero dolor de cabeza, sobre todo, para quienes poseen invernaderos, ya que pueden causar graves daños a las plantas.

Andrés Rodriguez González


Bibliografía

https://www.animales.website/

Mantis religiosa

 

CURIOSIDADES DE LAS MANTIS RELIGIOSA, o Santateresa.

     La revista National Geographic publicó unas interesante curiosidades sobre las Mantis religiosas que quiero comentar con vosotros.

     A pesar de su aspecto un tanto fiero, con esos brazos armados de dientes y su cara de película de extraterrestres no suponen ninguna amenaza para los humanos.

     Son especialmente visibles hacia finales de verano y otoño y no es precisamente por que abunden más sino porque están buscando pareja. Después de pasar el verano cazando insectos y creciendo al mudar varias veces sus esqueletos externos, pueden llegar a medir hasta 25 cm las especies más grandes. Pero cuando las días se acortan solo piensan en dos cosas, la comida y el sexo. Por eso son más visibles en otoño.

     Una de las características de las mantis religiosas que más llama la atención es que durante el cortejo las hembras devoran a los machos con los que se aparean empezando por la cabeza. Pero como tantas cosas en la Naturaleza, se ha exagerado este tema, no todas las especies de mantis se comen a sus machos después del apareamiento, e incluso en las que practican el canibalismo, no siempre lo hacen, parece ser que esto ocurre cuando la hembra tiene mucha hambre o el macho la irrita. Estudios realizados en especies que son caníbales han demostrado que las hembras devoran a los machos en entre el 13 y el 28 por ciento de los casos. Un estudio publicado en 2016 determinó que, cuando las mantis chinas hembra consumen a sus parejas, obtienen aminoácidos importantes que se incorporan a los huevos que ponen. También parecen poner el doble de huevos de los que pondrían normalmente tras canibalizar al macho. De forma que, aunque para el macho sería mejor sobrevivir y aparearse con varias hembras, sus nutrientes le dan más probabilidades de que se transmita su material genético a la siguiente generación.

     Respecto a la alimentación también presentan curiosidades. En algunos casos, las mantis religiosas macho suponen una parte importante de la dieta de una hembra durante la época de apareamiento. Sin embargo, estos insectos también devoran muchos más animales, como aves. Se ha observado a mantis religiosas devorando aves en todos los continentes salvo en la Antártida. Se ha publicado que en147 estos los insectos devoraban aves en 13 países de seis continentes. En total, se ha observado a 12 especies diferentes de mantis alimentándose de 24 tipos diferentes de aves, siendo los colibríes las presas más habituales. Las mantis tienen un método bastante cruel para devorar a sus presas, empiezan por la cabeza. En muchos casos, los insectos perforan la cabeza de las aves y se alimentan de sus cerebros.

     El insecto más prolífico es la mantis china, que ha sido introducida en el noreste de América, en esta región, se han documentado 25 casos en los que estas criaturas han devorado aves, los colibríes de la especie gorgirrubís son las víctimas de aves más habituales.

     La más extendida en Estados Unidos es la mantis religiosa europea que es probablemente la más conocida y estudiada. En el mismo estudio que se cita anteriormente, se ha documentado que en su dieta, además de muchos insectos, se incluyen ranas, lagartos, salamandras, tritones, musarañas, ratones, serpientes, tortugas pequeñas de caparazón blando e incluso un murciélago pequeño en una ocasión.

Mantis religiosa


     Respecto al miedo que los humanos podemos tener a las mantis religiosas, es conveniente saber que no son venenosas y no pueden picar. Tampoco son portadoras de enfermedades infecciosas, incluso una de las especies de África oriental que puede alcanzar los 25 centímetros de largo, tienen la boca más bien pequeña, esto significa que, si una mantis religiosa te mordiera el dedo, no tienen mandíbulas lo bastante fuertes para provocar una lesión grave.

     Otra cosa que pueden hacer las mantis religiosas es detectar murciélagos que se acercan. Las alas las suelen tener plegadas y no son visibles, a no ser que estén quietas e intenten abalanzarse sobre presas pero pueden detectar las frecuencias ultrasónicas que los murciélagos utilizan para cazar. Usan un órgano similar al oído en el centro del pecho, pueden escuchar sonidos por encima de los 20.000 hercios, fuera del rango auditivo humano. Cuando detectan la serie de sonidos que emplean los murciélagos para aproximarse a sus presas, pueden cambiar su trayectoria de vuelo, realizando una espiral descendente, evitando que las capture.

     Además de su talento auditivo, estos animales poseen una capacidad visual admirable. A diferencia del resto de insectos, pueden ver en tres dimensiones. Sin embargo, su visión en tres dimensiones funciona de forma totalmente diferente a la nuestra, se han realizado estudios que demuestran que su visión se basa en el movimiento, las mantis deben sopesar a qué distancia se encuentra su presa antes de intentar capturarla y sin moverse, ya que cualquier movimiento alertaría a la presa. Es increíble que las mantis religiosas puedan ver tan bien en tres dimensiones, una tarea que es muy complicada para los primates y animales más complejos, las mantis con solo un millón de neuronas (frente a las 100.000 millones del cerebro humano) han diseñado una forma de hacerlo más eficazmente.

     Otra rareza de los ojos de las mantis es que parece que tienen pupilas que pueden seguirte con la mirada cuando te mueves. Pero no tienen pupilas como nosotros los mamíferos. Las mantis tienen enormes ojos compuestos, formados por miles de receptores de luz llamados omatidios, en realidad son ojos simples que superponen las imágenes, como si vieran un puzle. Sus “pupilas” son ilusiones ópticas, algo muy complejo de explicar.

Andrés Rodriguez González


Bibliografía

https://www.nationalgeographic.es/