viernes, 26 de marzo de 2021

Chumbera

 

LA CHUMBERA Y LAS COCHINILLAS. Opuntia ficus-indica y Dactylopius opuntiae.

La planta de la chumbera fue introducida en la Península hace unos 500 años y hoy día es una planta habitual en nuestra tierra, de ella se obtienen los apreciados “higos chumbos” y también es usada para delimitar fincas, o de protección de diversas especies de mamíferos, aves y pequeños roedores que se protegen bajo sus palas.

La chumbera, de nombre científico Opuntia ficus-indica, es la más difundida, una planta altamente resistente a la falta de agua, que previene la desertización y sirve como hábitat. Una de sus características más curiosas es que su tallo son sus mismas hojas (también llamadas Tunas). Otra es su flor que es muy hermosa.

Existe una cochinilla llamada Dactylopius coccus, que es un insecto hemíptero, popularmente chinches, perteneciente a la familia Dactylopidae. Se le conoce también con el nombre cochinilla del carmín, grana cochinilla, cochinilla grana y la rueda de la muerte. Se usaban antes como tinte de tejidos, actualmente se usan para color de cosméticos como lápices de labios.

Pero hay  otra especie de cochinilla, del mismo género pero de distinta especie, la Dactylopius opuntiae, que es plaga de la opuntia y llega a matar a la planta. Es un problema grave que comenzó hace unos años en el sureste de la península y no existen formas conocidas de control, ni siquiera con plaguicidas químicos.

Chumbera enferma


Estos insectos, son totalmente inofensivos para el ser humano, pero si molestos, se alimentan de la sabia de la planta a la que poco a poco va debilitando y, tras la muerte de ésta, se va desplazando a otras cercanas. Así, poco a poco va diezmando las chumberas. Los primeros síntomas son pequeñas manchas blancas y algodonosas sobre las palas o “pencas”. Esas manchas se extienden porque la cochinilla va succionando la savia hasta desecar y matar la planta

Chumbera recuperada


La acción combinada de estos dos tipos de cochinillas, junto con el abandono de las labores agrícolas tradicionales y la eliminación de las chumberas como setos vivos, delimitadores de caminos y fincas, están llevando a la desaparición masiva de estas plantas de los tradicionales paisajes del interior y zonas  costeras.

Según noticias publicadas en diversos medios, esta plaga se localizó por primera vez en la península en Murcia, en el año 2007; desde esa fecha y desde ese lugar su expansión ha sido imparable y ha destrozado gran parte de las chumberas de la península.

Tan sólo lavados intensos de las palas a base de jabones naturales (tipo lagarto) y friegas con estropajo parece tener cierto éxito contra las cochinillas.

Al cabo de los años en algunos lugares se han regenerado de forma natural las chumberas pero no en todos los sitios que existían antes, en todo caso las pérdidas de extensión y en producción han sido considerables.

Andrés Rodriguez González


 Bibliografía

https://jardinessinfronteras.com/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Además de su uso ornamental, ha sido muy empleada tradicionalmente en Andalucía para la formación de setos con el objetivo de delimitar fincas o terrenos. Como uso secundario  le ha dado también el de planta forrajera para el ganado y frutos “higos chumbos” para consumo humano.

Qué impactos ambientales provoca la especie?

Invade ecosistemas costeros de interés (sistemas dunares, enebrales, sabinares) además de bosques y matorrales costeros.

Compite con especies de flora autóctona: lentiscos, palmitos, retamas, enebros y sabinas.

¿Qué experiencias de gestión hay en Andalucía?

La Consejería de Medio Ambiente realiza labores de control y eliminación de poblaciones localizadas de chumbera y su posterior sustitución por especies autóctonas

Entre 2007 y 2008 se han realizado tareas de erradicación en las localidades de Punta Umbría y Mazagón-Torre del Loro, todas de la provincia de Huelva, usando para ello un método físico de arranque mecánico que se establece como el más indicado.

Se recomienda la tala y arranque (manual o con maquinaria) de los ejemplares, recogiendo también todos los frutos y fragmentos que puedan desprenderse durante la eliminación. El arranque manual entraña cierto riesgo para los operarios que deben realizarlo bien protegidos debido a las espinas que presenta las chumberas.

No olvidemos por otro lado que la chumbera está clasificada como especie exótica invasiva en España, a pesar de su introducción centenaria en el paisaje, se la considera una planta maldita.

Si la misma operación la tiene que realizar con la  Acacia saligna (Labill.)= Acacia cyanophylla también invasoras plantadas por la Administración al borde de autovías ,sendas y paseos, hay trabajo para mucho tiempo.

Chumberas en Cabo de Gata.-AlmeriaChumberas en el paisaje.-Cabo de Gata .-Almería

Esta especie se hizo muy popular y llegó a formar parte del paisaje andaluz, sobre todo en los lugares semiáridos y soleados, al ser una planta resistente a la sequía que consigue vivir en condiciones difíciles.

Almería, Granada, Cádiz, Huelva, Córdoba, Jaén  Málaga  y Sevilla tienen los mismos problemas con la aparición de la plaga.

En la actualidad, y desde hace unos años, las poblaciones de chumberas del sureste español están siendo gravemente afectada por la cochinilla, hasta el extremo de estar en peligro en algunas comarcas.

Su importancia en el sur de la Península Ibérica viene dada principalmente por el valor de sus frutos y no por la cría de cochinilla. Actualmente no existe un tratamiento eficaz de base científica y las recomendaciones pasan por destruir las partes afectadas de la planta.

Tratamientos fitosanitarios: por un lado tenemos unos pocos compuestos disponibles para el tratamiento de la cochinilla, que no son muy efectivos por la dificultad de penetrar en la masa algodonosa cérea que forma este insecto. Y por otro lado, existen productos que no están registrados para su uso en la chumbera, que habría que aplicar en repetidas ocasiones en un corto periodo de tiempo y cuyos periodos de seguridad son altos y pueden suponer un riesgo tanto para las personas como para el resto del ecosistema.

Control biológico: se ha documentado en algunos artículos científicos la eficacia como OCBs del díptero “Leucopis spp.” y de coccinélidos como “Cryptolaemus spp.” o “Hyperaspid spp.”, pero las tasas de reproducción de la cochinilla son tan altas, que no resultan efectivos dado el alto nivel poblacional que tienen nuestras chumberas y la sincronización de los ciclos “enemigo natural – plaga”, es inviable

Chumbera Opuntia ficus indica.-Frutos

Por supuesto, desde que su llegada a la península hasta hoy se habrá establecido con toda seguridad otro tipo de enemigos naturales en torno a esta plaga como pueden ser crisopas, coleópteros e incluso aves, pero el equilibrio está muy descompensado.

La única medida que han dado los Ayuntamientos y otras entidades públicas ha sido la limpieza de las palas cuando no están muy afectadas, la poda y separación de las chumberas y enterrar los restos vegetales para que no sean nuevos focos de infección.

Las pitas o agaves también están desapareciendo de nuestro paisaje debido a una potente plaga sin control.

Este grabado demuestra el uso de la chumbera para el cultivo de la cochinilla del carmín

Presentes en los grabados, pinturas y narraciones de los artistas, escritores y viajeros románticos que desde el siglo XVIII visitaron nuestros montes y costas, estas poderosas plantas languidecen secas al borde de nuestros caminos y acantilados costeros. El culpable de su ruina es otro insecto, el llamado picudo del agave Scyphophorus acupunctatus,el picudo negro, que se ha convertido en plaga y que está afectando a las plantaciones de yucca, así como a las diversas especies de agaves silvestres, cultivadas y ornamentales. Este picudo o gorgojo negro actúa como el llamado picudo rojo de las palmeras (Rhynchophorus ferrugineus), que también es plaga y ha terminado con casi toda la población de palmeras en Andalucía.

Está claro  como antes se ha indicado que las  chumberas y  las pitas no son plantas autóctonas, pero no por ello deberíamos abandonarlas a su suerte.

Forman parte de nuestro paisaje e historia, se han usado como alimento, tinte o colorante y en producción textil, así como para delimitar terrenos.

Al ser plantadas en terrenos secos, escarpados y pedregosos actúan como agentes contra la erosión de estos, sirviendo como alimento del ganado y de los humanos ( higos chumbos ). Las formaciones de tunas y pitas son refugio para muchas especies de insectos, especialmente de arañas. Son todo un universo vegetal que debe ser tenido en cuenta y protegido.

Las Administraciones poco o nada están haciendo para evitar la expansión de estas plagas excusándose con lo de “ plantas invasoras “.

Para más información leer el artículo aparecido en EL PAIS de 28 de enero de 2017 .- Chumbera: la invasora amenazada .


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