viernes, 29 de julio de 2022

Máquina de gaseosas años 50

 

     Saludos cordiales. Uno de los fines que persigue nuestra Asociación Fuentelamora es recoger historias del pasado y del presente, de nuestro pueblo, Garbayuela, para conservarlas, gracias a las tecnologías actuales es fácil de conseguir y de esta forma transmitírselas a las generaciones venideras para que no olviden su origen.


     La recopilación de estas historias la llevamos a cabo de diversas formas:


     Recogemos fotografías antiguas, las escaneamos y devolvemos el original a su propietario. Así vamos creando un álbum digital de recuerdos.

     Otra forma es: recopilando anécdotas, hechos, casos y dichos, bien a través de terceras personas o, como es el caso que nos ocupa hoy, de viva voz, con el propio protagonista.


     Se trata de una persona muy conocida en Garbayuela y comarca.


     Emprendedor desde muy joven, con 18 años ya era Instalador electricista autorizado, el único en estos territorios. Posteriormente fué operador de cine, mecánico, taxista y comerciante.


     Todo un personaje.



     No es de extrañar esta actitud y esa aptitud para llevar a cabo todo lo que se propuso. Ya al nacer lo traía en la sangre. Vino al mundo predispuesto a ello, aún sin saberlo. Heredó de su abuelo Heliodoro ese afán de experimentar, esa vocación de ayudar a los demás, a su manera, que no fué otra que eligiendo profesiones con un marcado carácter público.


         Hablo de FELIPE MARTÍN ALCOBENDAS.



     Le invité a que nos explicara el funcionamiento de la máquina de gaseosas, de los años 50, que tenemos en nuestro-vuestro Museo Etnográfico y Arqueológico, que se halla en el “lejío” frente a la fuente, y, allí charlando, descubrí a una persona orgullosa de sus antepasados, amante de su familia y satisfecha de su trayectoria profesional y vital.


     Recuerdo una anécdota con Felipe: hace muchos años, fuimos una mañana temprano, a por juncia a Tablacorta, porque las vecinas de ese rincón de la plaza habían puesto un altar, puesto que era el día del Corpus. Paralelo a la pista va el tendido eléctrico con sus postes. Felipe, para el coche y me dice: “ Si te pones en uno de ellos y miras a los otros, verás qué línea recta tan bien definida”. Me contó que la habían montado ellos. Y en su tono, al decir aquello, noté la satisfacción de un profesional por un trabajo bien hecho.

     Dejo aquí el enlace. Pincha en: ver el vídeo


Justo Para Agenjo






2 comentarios:

  1. Enhorabuena al entrevistador y al entrevistado.
    Hay que reconocer que todo lo que cuenta Felipe, situándonos en esa época, es algo digno de admiración.
    También, supongo, su padre y sin suponer su hijo son personas de las que no se encuentran en cualquier parte. Cuando llegué al pueblo, si preguntabas por alguien que te pudiera resolver un problema técnico, siempre te remitían a Felipe. Felipe era en Garbayuela el Leonardo da Vinci de Italia.
    El pueblo, aunque no lo exprese mi con palabras ni por escrito, tiene motivos para estarle muy agradecido por la cantidad de problemas que ha tenido que resolver.
    Esta entrevista me gustaría que fuera objeto de un reconocimiento que el pueblo le debe, no solo por la resolución de esos problemas técnicos sino también por el buen trato a todas las personas, por ser un ejemplo de tesón, de innovador, de trabajador y de gran voluntad
    Los jóvenes tendrían que tomarle como ejemplo y sería un antídoto contra el aburrimiento y la desgana.
    Gracias a la asociación Fuentelamora tenemos un museo que como hemos visto en la entrevista no solo es un almacén de trastos viejos. Es un almacén de historias, de lucha por sobrevivir, de reflejo de emprendedores, es el poso de un montón de vivencias que nos podemos imaginar al ver la cantidad de objetos, su uso y el esfuerzo de sus dueños por sobrevivir, por dar de comer a sus hijos, mujeres, hombres, padres, etc.
    Tenemos que ver que detrás de cada objeto hay motivos para escribir muchos libros. Que nos sirva para entender ese pasado y valorar el presente que tenemos. Esos objetos son la simiente de la cosecha que ahora disfrutamos. Que nos hagan valorar y apreciar el esfuerzo de los antepasados.
    Esperemos que los venideros tengan motivos para valorar y apreciar la cosecha que los actuales les estemos dejando.

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  2. Así es Rodri. Suscribo tus palabras. Desde Fuentelamora es una de las inquietudes que nos mueven a seguir en este camino de dar a conocer a las personas que, desde los distintos ámbitos laborales, han hecho posible que Garbayuela avance. Gracias por tus palabras.

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